miércoles, 13 de marzo de 2013

EL PATRIMONIO DEFINIDO



LECTURA EL PATRIMONIO DEFINIDO

Se entiende como patrimonio a lo que se hereda de nuestros ascendientes y lo que le dejaremos a nuestros hijos. El patrimonio frecuentemente es visto como objetos materiales pero también pueden ser elementos intangibles como los son derechso y obligaciones. Es muy fácil entender este concepto en el plano individual pero en el colectivo se complica. El patrimonio colectivo puede ser cultural, histórico o natural y es una “construcción cultural y como tal sujeta a cambios en función de circunstancias históricas y sociales.” Su principal característica es que “conecta y relaciona a los seres humanos del ayer con los hombres y mujeres del presente, en beneficio de su riqueza cultural y de su sentido de la identidad.. es un activo valioso que transcurre del pasado al futuro relacionando a las distintas generaciones.”
            El patrimonio cultural es muy extenso ya que incluye tanto bienes materiales como inmateriales que vinculan el pasado con el presente. Por su materialidad estos elementos perduran más que las vidas humanas y al lograr sobrevivir a través del tiempo se convierten en emisarios de la cultura. Estas puertas al pasado son catalizadoras de emociones, sabiduría y sobre todo identidad. Por lo tanto es importante preservarlas ya que a través de estos elementos únicos podemos aprender mucho.
            La gestión del patrimonio es una actividad esencial para lograr lo anteriormente mencionado. La gestión patrimonial es el “conjunto de actuaciones programadas con el objetivo de conseguir una óptima conservación de los bienes patrimoniales y un uso de estos bienes adecuado a las exigencias sociales contemporáneas.” Desgraciadamente a causa de la idea del progreso, se están perdiendo los vínculos entre patrimonio y el usuario; causando su perdida. Por ende, el objetivo principal de la gestión patrimonial es la preservación seguido de buscar un uso apropiado del elemento. Sin embargo para llegar a esto es muy importante poder definir qué es y qué no es patrimonio cultural. Esto se debe a que no se puede sobre catalogar elementos como patrimonio sino que se deben de analizar de acuerdo a valores.
Estos valores son uso, forma y símbolo. El valor del uso valora que tan bien “sirve para satisfacer alguna necesidad concreta.” Este puede ser un uso tangible o intangible. Un ejemplo de este tipo de valor puede ser un puente antiguo que en la actualidad siga utilizándose para cruzar un río. El segundo valor se refiere a las características físicas y estéticas del objeto. Es decir, de cómo es capaz de despertar emociones. Esto puede ser causado tanto por gran belleza como por rareza. Por último el tercer valor se refiere a lo que el elemento representa ya que “la propiedad del objeto histórico de servir de enlace real con el pasado le confiere en valor excepcional.” Este valor es muy particular que a medida del paso del tiempo la definición de su simbolismo puede ir cambiando.

Es importante notar que estos valores no vienen solos y un elemento puede tener varios de ellos. Al ya definirse un elemento como patrimonio cultural este se traslada a museos y determinados agentes para que se lleven a cabo las tareas específicas de documentación, conservación y restauración: “evaluarán y pondrán los medios y los conocimientos para cubrir las necesidades de interpretación y divulgación del patrimonio.”
El más grande problema que existe en la gestión patrimonial es la contextualización. Muchos elementos pierden la relación con su contexto original  por lo tanto tienen una “pérdida crucial de valor y sentido.” Esto puede ocurrir tanto en elementos que se mueven a otros lugares como los que permanecen in situ. Esta pérdida de sentido frecuentemente “aparece cuando transformamos los bienes patrimoniales en un objeto de consumo más.. es obvio que existe una dimensión del patrimonio que tiene que ver con la economía y la generación se recursos económicos, pero esta dimensión no debe de tener un carácter predominante.” En otras palabras tenemos que aprender a valorar el patrimonio por sus características intrínsecas de funcionalidad, estética y simbolismo en lugar de su valor económico. Tenemos que recordar que el patrimonio cultural lo comprenden elementos únicos que tienen un valor tan irremplazable que realmente van mucho más allá de lo económico y por lo tanto no tienen un precio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario